martes, 10 de noviembre de 2009

9.5 FISIOPATOLOGÍA

En condiciones normales la concentración plasmática de la glucosa se mantiene entre límites que se deben al equilibrio entre su ingreso y salida al espacio intravascular, y esto depende en su ingreso de la absorción intestinal y de su producción endógena, y en la salida de su nivel de captación por los tejidos.

Una vez ingeridos los alimentos, aumentan los valores de insulina circulante debido a la concentración de glucosa plasmática y a la acción de las incretinas (hormonas intestinales liberadas durante la alimentación).

Después de 4 a 6 horas de la ingestión de alimentos, el metabolismo pasa a una fase de ayuno que se caracteriza por la disminución de la concentración de insulina e ncremento de cuatro hormonas llamadas contrarreguladoras de la glucosa:

1. Glucagón: secretada por las células de los islotes pancreáticos.

2. Adrenalina: sintetizada por la médula suprarrenal.

3. Cortisol: sintetizada en la corteza suprarrenal.

4. Hormona del crecimiento: hipofisaria.

Durante este periodo conocido como posabsortivo se suprime parcialmente la síntesis de la glucosa y se incrementa su producción mediante la glucogenolisis (degradación del glucógeno que se transforma en glucosa y ácido láctico), y la gluconeogenesis (formación de glucosa a expensa de aminoácidos, lactatos y glicerol).

La glucogenolisis provee el 75% de las necesidades de glucosa en las primeras 12 horas de ayuno, mientras que la gluconeogenesis produce el 25% restante.

Si el estado de ayuno persiste:

-La glucemia disminuye al igual que su utilización.

-Se produce el cambio hacia una economía energética.

-Gracias a una lipolisis de triglicéridos, éstos se transforman en el combustible principal de diversos tejidos, reduciéndose la captación de glucosa por el cerebro.

-También se forman a partir de los ácidos grasos libres, cuya función es servir como energéticos sustitutivos de la glucosa en el encéfalo.

  • El sistema contrarregulador es de gran importancia, ya que previene o limita las hipoglucemias tanto fisiológicas como tras la administración de hipoglucemiantes, lo que protege así la función cerebral.

  • Es precisamente el hipotálamo el sitio anatómico donde se encuentran los sensores más importantes del descenso de la glucosa, aunque también parecen existir en el hígado y el páncreas.

  • Ante una hipoglucemia estos sensores envían estímulos que provocan la liberación de las hormonas contrarreguladoras de la glucosa (Glucagón, Adrenalina, Cortisol, Hormona del crecimiento), cuyo objetivo es aumentar la concentración de glucosa por diversos mecanismos.

  • El glucagón y la adrenalina son los más importantes, ya que su acción contrarreguladora comienza de forma temprana.

  • Mientras que el cortisol y la hormona del crecimiento no ejercen su papel contrarregulador hasta pasadas unas horas una vez comenzada la hipoglucemia.

Existen otros factores que también pueden contribuir en la contrarregulación como son:

Noradrenalina: Aumenta su concentración durante la hipoglucemia y por sus efectos inhibe la secreción de insulina, estimula la secreción de glucagón y en el ámbito cerebral, actúa como neurotransmisor y en la regulación de la secreción de las hormonas hipofisarias.


Glucosa: Ante una hipoglucemia grave se produce glucosa endógena, ya que es un sistema de emergencia de autorregulación hepática para proteger al cerebro.


El deterioro funcional de algunas de las hormonas contrainsulares es suficiente para que pueda desarrollarse una hipoglucemia grave, aunque el resto de las hormonas actúen normalmente o incluso, incrementen su acción.

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