En un primer momento realizaremos una anamnesis rápida del paciente.
Observaremos la presencia de signos y síntomas indicativos de hipoglucemia mientras, al mismo tiempo, determinaremos la glucemia capilar y el resto de constantes.
La atención dependerá del estado de conciencia, lo cual determinará la utilización de la vía oral o intravenosa para la administración de glucosa.
- Si el paciente se encuentra consciente y tolera la vía oral sin riesgo de aspiración:
• Facilitar la ingesta de hidratos de carbono de absorción rápida (20 g aproximadamente), como por ejemplo agua con azúcar, zumos naturales, leche con galletas, fruta, etc.
• Si hasta la próxima comida van a pasar más de 45 minutos, conviene que el paciente tome también hidratos de carbono de absorción lenta junto con proteínas, con el objeto de reponer los depósitos de glucógeno.
• Recomendar al paciente y a sus familiares que realicen controles de glucemia más frecuentes durante ese día (cada 1 o 2 horas).
• En caso de sobredosificación de antidiabéticos orales, es recomendable el ingreso hospitalario.
- En el caso de que el paciente presente alteraciones en el nivel de conciencia o no tolere la vía oral:
• Colocar al paciente en posición de seguridad (decúbito lateral izquierdo) y retirar de su entorno cualquier mobiliario con el que se pueda lesionar en el caso de convulsionar.
• Canalizar una vía periférica.
• Administrar glucosa al 50% (Glucosmón®), 20 o 30 cc diluidos en suero glucosado (50-100 cc). Dada la hipertonicidad de la solución, se debe inyectar sólo por vía intravenosa para evitar flebitis.
• En el caso de que no fuese posible canalizar una vía periférica, administrar 1 mg de glucagón por vía intramuscular.
• Oxigenoterapia mediante gafas nasales para garantizar un aporte adecuado de oxígeno en los pacientes con alteración en el nivel de conciencia.
• Mantener la perfusión con una solución de dextrosa al 5 o 10% hasta determinar nuevas cifras de glucemia. Si tras 1.000 cc de solución no se recupera la glucemia, agregar 100 mg de hidrocortisona y 1 mg de glucagón a cada litro de solución.
• Una vez el paciente recupere el nivel de conciencia y pueda ingerir alimentos, facilitar la ingesta de hidratos de carbono de absorción rápida para reponer los depósitos de glucógeno hepático.
- Educación para la salud:
• Informar al paciente y a sus familiares de los signos y síntomas indicativos de una disminución de los valores de glucosa, ya que una detección temprana permite una adecuada intervención por parte de la familia o del propio paciente, evitando una situación más grave.
• Cuantificar los episodios y la intensidad de los mismos con el fin de identificar la causa por si fuese necesario un reajuste del tratamiento: disminución de la dosis, cambios en la distribución, adecuación de la dieta o el programa de ejercicio.
Observaremos la presencia de signos y síntomas indicativos de hipoglucemia mientras, al mismo tiempo, determinaremos la glucemia capilar y el resto de constantes.
La atención dependerá del estado de conciencia, lo cual determinará la utilización de la vía oral o intravenosa para la administración de glucosa.
- Si el paciente se encuentra consciente y tolera la vía oral sin riesgo de aspiración:
• Facilitar la ingesta de hidratos de carbono de absorción rápida (20 g aproximadamente), como por ejemplo agua con azúcar, zumos naturales, leche con galletas, fruta, etc.
• Si hasta la próxima comida van a pasar más de 45 minutos, conviene que el paciente tome también hidratos de carbono de absorción lenta junto con proteínas, con el objeto de reponer los depósitos de glucógeno.
• Recomendar al paciente y a sus familiares que realicen controles de glucemia más frecuentes durante ese día (cada 1 o 2 horas).
• En caso de sobredosificación de antidiabéticos orales, es recomendable el ingreso hospitalario.
- En el caso de que el paciente presente alteraciones en el nivel de conciencia o no tolere la vía oral:
• Colocar al paciente en posición de seguridad (decúbito lateral izquierdo) y retirar de su entorno cualquier mobiliario con el que se pueda lesionar en el caso de convulsionar.
• Canalizar una vía periférica.
• Administrar glucosa al 50% (Glucosmón®), 20 o 30 cc diluidos en suero glucosado (50-100 cc). Dada la hipertonicidad de la solución, se debe inyectar sólo por vía intravenosa para evitar flebitis.
• En el caso de que no fuese posible canalizar una vía periférica, administrar 1 mg de glucagón por vía intramuscular.
• Oxigenoterapia mediante gafas nasales para garantizar un aporte adecuado de oxígeno en los pacientes con alteración en el nivel de conciencia.
• Mantener la perfusión con una solución de dextrosa al 5 o 10% hasta determinar nuevas cifras de glucemia. Si tras 1.000 cc de solución no se recupera la glucemia, agregar 100 mg de hidrocortisona y 1 mg de glucagón a cada litro de solución.
• Una vez el paciente recupere el nivel de conciencia y pueda ingerir alimentos, facilitar la ingesta de hidratos de carbono de absorción rápida para reponer los depósitos de glucógeno hepático.
- Educación para la salud:
• Informar al paciente y a sus familiares de los signos y síntomas indicativos de una disminución de los valores de glucosa, ya que una detección temprana permite una adecuada intervención por parte de la familia o del propio paciente, evitando una situación más grave.
• Cuantificar los episodios y la intensidad de los mismos con el fin de identificar la causa por si fuese necesario un reajuste del tratamiento: disminución de la dosis, cambios en la distribución, adecuación de la dieta o el programa de ejercicio.
buena info
ResponderEliminarbuena info
ResponderEliminarExcelente informacion muchas gracias
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